Asana: La Montaña

Tengo intención de ir haciendo entradas de asanas de Yoga (entre otras cosas). Mi idea es hablar de ellas e ilustrarlas un poquito con algún dibujillo realizado por mí y con las figuras de Mi Cucolinet, donde comenzó todo; así Mamá Cuco y Cucolinet realizarán Yoga juntos. No es que sea una gran dibujante, pero me gusta, y no hay nada mejor que hacer las cosas que a uno/a le gustan y le hacen sentir bien, así que, también comenzamos con mis dibujillos en esta entrada. Hablaremos así, de la mano de mis Cucos, de las que sean más fáciles o recomendables para peques y he querido comenzar con La Montaaaaaña, y ¿por qué lo digo así, alargando la "a"?, jejeje, pues porque así se da la sensación de esa inmensidad que le caracteriza, de esa gran mole de tierra, piedras, roca... y a los niños, les encanta.

Habrá alguna persona no familiariza con el Yoga y que verá en qué consiste la asana y pensará que no se está haciendo nada, pero esto es infundado ;^). Hay que tener en cuenta que una de las cosas que aprendemos con esta técnica milenaria es a ser mucho, pero que muchísimo más conscientes de nuestro cuerpo y en La Montaña podemos ser conscientes de muchas cosas... vamos a ver en qué consiste:

La postura o asana de La Montaña es la principal en Yoga, nos ayuda a estar centrados, tranquilos, derechos... Se conecta de esta forma con la tierra y el cielo, sintiendo bajo nuestros pies la tierra y alzando, alargando la cabeza hacia el cielo. Los niños, con el tiempo, serán los que mejor harán de montañas, porque imaginarán perfectamente que lo son y se podrán visualizar como montaña cubierta de nieve, abarrotada de árboles, inexpugnable y toda roca...

¿Y qué hay que hacer cuando uno hace de Montaña?, pues nos ponemos de pie y derechos, con los pies paralelos y abierto a la altura de las caderas y los brazos caen relajados a los lados del cuerpo. Podemos hacer rodar los hombros hacia atrás, para que queden relajados y el pecho quede abierto, les diremos que metan un poquito el ombliguito hacia adentro y que no saquen el culito, más bien, que también lo lleven un pelín hacia adelante, para alinear la columna vertebral. La cabeza mirando al frente y bajando la naricilla como un dedito para alinear también la nuca. Cerramos los ojos y nos vemos firmes como una graaaaan Montaña. Y mantenemos la postura de 2 a 5 respiraciones, en función de la edad de los peques.

Y con esa gran imaginación de los niños ¡bendita sea!, podrán convertirse en Montaña en cualquier momento y lugar, en la cola del super o de una tienda, esperando para cruzar una calle o jugando con sus amigos, por ejemplo.

Espero que os haya gustado esta primera entrada dedicada a las asanas de Yoga para peques =^D. ¿Qué tipo de montaña vais a ser vosotros con vuestros chiquis?.

Namaste!.